mi amigo Marc
el fomo de que esta persona organice un dinner party al que no estoy invitada es el único fomo que siento en 2024
“Querida Ainhoa, ¿cómo haces esto cada semana? Lo dificil no es el contenido, escribes muy bien y sabes mucho, combinación ganadora. Lo que me acojona es la cadencia. Me pides que haga una lista de 10 cosas que me gusten que se puedan encotrar online. No lo he hecho antes y no creo que lo vuelva a hacer, pero supongo que no puede ser muy difícil, ¿no? ¡Ding, ding ding, error! Casi sufro una embolia para llegar hasta aquí. (¡Hola! No estoy en ninguna red social pero busco amigos en Meta: @reluctant_comodore)”
El día que conocí a Marc, en el puerto de Barcelona a punto de embarcarnos en un ferry que nos llevaría a Cerdeña a pasar una semana de vacaciones juntos, no las tenía todas conmigo. Una semana antes unos amigos habían tenido que bajarse por urgencia del plan del viaje ya organizado por la isla italiana, y yo, en un acto de gut instinct le había dicho a Marta, una compañera de trabajo que me encontré en los baños de la oficina ese día, a ver si quería venirse con nosotros. Su novio Marc… ¡pues también! Y no las tenía todas conmigo porque Marta, a pesar de que nos conocíamos de una comida y poco más, es tope buenas vibras, pero será por amigas increíbles con novios decepcionantes…
Al caso, Marc apareció con una sola mochila, la mitad cargada de juegos de mesa, y una buena porción de la otra mitad con un libro sobre los cítricos en Italia. Por supuesto que me pareció fascinante. Escribí sobre él y sobre sus recetas medievales en esta newsletter nada más volver a pisar suelo peninsular, y llevo pensando que sería el guest perfecto de esta newsletter mucho mucho tiempo. Ahora, leyendo el documento que me ha mandado sobre sus 10 cosas, me regodeo en mi buen juicio.
Marc no tiene instagram, ni twitter. Creo que es el primer guest que tengo sin redes sociales, aquí, en esta newsletter sobre (mayormente) internet. Él te cuenta quién es y quizás entiendas por qué es un fichaje estrella:
“Una anécdota para presentarme, imagínate ser yo: presentas la solicitud para entrar en un programa de doctorado de historia del teatro. Te lo aceptan con un vacío: “qué intereseante, adelante (no te daremos beca, though) buena suerte, chaval…”. Pasas el primer año dando palos de ciego académicos, recogiendo datos de manuscritos, y cuando estás a punto de presentar los resultados al panel del primer seguimiento anual un profesor te dice: “un momento, esto me suena, creo que hay otro investigador que ya lo está haciendo”. Crisis. Contactas con el tío y, efectivamente, lleva años investigando el tema. “Es la pesadilla de cualquier doctorando”, te dice uno de tus tutores. Has perdido un año de trabajo. ¿Solución? No cambies de tema, cambia de siglo. Te lo piensas, lloras, te enfadas, te avergüenzas y lo aceptas. Tú eras del XVI-XVII porque en teatro y en la vida esa época is where it’s at. Ahora quedas relegado al XVIII y quizá, Dios te perdone, al XIX para evitar solapamientos. Te quitas la peluca de melena rizada y te encasquetas la peluca lisa de coleta con lazo. Menudo payaso. Solo te queda una opción: mutar de personalidad y hacer ver que era tu plan desde el principio. Ahora eres setecentista, con menos tiempo y más presión para terminar el doctorado.”
10 cosas que miro mientras me acechan las fechas de entrega, incluida la de esta newsletter
1- Comida-contexto. Me gané a Ainhoa, y creo que la clasificación para esta newletter, con una receta que saqué del libro que me estaba leyendo cuando viajamos juntos a Cerdeña. Lo que creo que no sabe es que siempre hago cosas así con la comida. Me encanta ponerle contexto a la comida o ponerle comida a los contextos. Por ejemplo, si he organizado una partida de un wargame del imperio de Alejandro Magno en casa, preparo los Itrion de sésamo y miel y las aceitunas aliñadas de @TastingHistory with Max Miller. Cuando cocino en el rancho western de la familia de mi novia siempre es algún plato de @CowboyKentRollins: recomiendo los jalapeño-popper-pigs-in-a-blanket y el taco bell crunchwrap. Y, por supuesto, si me siento poco setecentista, lo compenso cocinando algo de @townsends, que recrea recetas del XVIII también españolas. Mi algoritmo casi implosiona cuando él y Kent hicieron una colaboración.
2- Si me das la oportunidad y me sigues la corriente creo que puedo llegar a explicar por qué hacer obras de teatro sobre obras de teatro es básicamente el mejor recurso cómico de la historia. O también puedes mirar La producción de la BBC de The Critic (1779) de Richard Brinsley Sheridan y reírte de lo absurdo que es y ha sido siempre el show business, el estrés, el público y tú mismo.
3- Ikeahackers.net. En 2021, cuando mi novia y yo nos mudamos al piso donde vivimos, ambos trabajábamos desde casa y necesitábamos algo que funcionara como despacho. Como el total de habitaciones del piso se reducía al indivisible 1, tuvimos que innovar. Es ahí donde entra la Kallax tall room divider with integrated desk de Jules Yap que conseguimos construir. Sé que algún día los refuerzos que sostienen las dos hileras de libros cederán y me rebanarán los brazos. Pero hasta entonces:
4- Muy de vez en cuando un grupo de catedráticos, asentados investigadores, consigue unos dineiros para hacer cosas. En 2018 este fue el resultado de uno de esos casos: Corral de Comedias Olivera de Valencia (uv.es) (mejor entrar desde PC). Reconstrucciones de corrales ya se habían hecho antes: lo novedoso de este caso es que está publicado en Unity WebGL. Aunque haya quedado un poco anticuado, se puede reconocer el motor de videojuegos cuando te desplazas por el edificio. Me hace gracia imaginar a estos profesores, algunos ya jubilados, chocándose contra las paredes y anivelando la cámara de dirección con el ratón para evitar desplazarse en una dirección a la que no están mirando, como borrachos. Ya verás, intenta subir una escalera de caracol con las flechas del teclado: no es facil. ¿Sabrán que puedes saltar con la barra espaciadora?
5- La Dra. Liz Davidson, (cristianismo antiguo en Oxford) es la anfitriona del podcast BeyondSolitaire , en el que habla con otros académicos sobre juegos de mesa y videojuegos y su aplicación en la investigación, la educación a todos los niveles y los entresijos de la industria. Escuchándola he aprendido sobre conceptos como futurismo indígena, o sobre cómo pueden las biblitoecas prestar juegos de mesa sin temer a que se pierdan componentes usando básculas super precisas, y cómo los wargames se pueden usar para formar a consultores de política pública. También me hace gracia porque Davidson dice que cuando estaba escribiendo la tesis tenía un método infalible: se levantaba muy pronto, escribía una página, hacía los apuntes para la siguiente y se pasaba el resto del día jugando a Skyrim. Le funcionó de maravilla.
6- El difícil alzamiento contra Games Workshop. El drama del mundo de warhammer es que es muy caro. Sobre todo porque, al fin y al cabo, son figuritas de plástico muy baratas de producir. Durante cerca de cuarenta años la empresa Games Workshop ha dominado el mercado con un absoluto monopolio y ha ido subiendo los precios hasta alcanzar cifras desorbitadas. Y la comunidad se ha hartado. Una de las respuestas es OnePageRules que ofrece normas fáciles, escalables y gratuitas. Además, a diferencia de GW, te invitan a que uses sus miniaturas o cualquier otra miniatura de cualquier otro artista 3D que encuentres en MyMiniFactory o otras plataformas, también “gratuitas” (🏴☠️). Lo malo es que Games Workshop nos tiene enganchados con su lore y la calidad de sus minis. Menudos cabrones. Es una historia del “pueblo” alzándose contra la EvilCorp, pero en la que en realidad nadie quiere que la EvilCorp desaparezca.
7- Una cosa sigue a la otra. Desde hace poco más de un año me he aficionado a pintar miniaturas. Siempre que lo cuento por ahí, una de las respuestas más comunes que recibo es: “Ah, sí, yo de pequeño también lo hacía”, y pienso: ¿qué clase de niño eras? ¿Cómo podías tener la concentración y el sosiego requeridos que solo la edad me ha brindado para pintar a escala de 28 mm? Me paso horas intentando captar la luz que rebota en las armaduras de mis muñecos, ¿y tú me dices que lo hacías a los 13 años? Vuelvo a Youtube en busca de guía y respuestas. Estos son mis tutores favoritos: @LylaMev , @AngelGiraldeZ, @elminiaturista, @VinceVenturella. Y son mayores, ¿ves?
8- Hemos adoptado un gato y aún no tiene ni un año. Mi algoritmo lo sabe y no para de recomendarme vídeos de mascotas pequeñitas: mi favorita es Poppy, un perrito de las praderas @poppytheprairiedog. No pudes perderte el WAHOO Compilation. Punto para ti, algoritmo.
9- ¿Se puede disfrutar de lo que te gusta y dejar a los demás en paz? Supongo. ¿Lo hago? Nah. Muy a menudo señalo con el dedo y me río en la cara de mis amigos que ven el fútbol, “cómo te puede gustar ver jugar a otra gente, jajaj” para después retirarme a mi habitación y mirar horas de @PlayOnTabletop o @miniwargaming, donde padres de familia juegan con muñecos de plástico en sets que jamás me podré permitir. Son superproducciones en plató con putos efectos especiales. No es lo mismo que el fútbol, ¿vale? Fin de la discusión.
10.- Termino con este detalle de de dos amigos en Barcelone, ville capitale de la principauté Catalogne scituée sur la mer Mediterranée que me da mucha paz. Jajaj, es que están del chill mientras todos los demás trabajan.
Nota de Ainhoa: como Marc no tiene RRSS si hay algo que le quieras responder puedes escribirme directamente y se lo paso que este finde lo tengo al lado todo el rato
Un placer conocer un poquito de Marc pero me has dejado muy preocupada... POR FAVOR pon refuerzo a esa estantería en el CENTRO que es el punto que está aguantando todo el peso de los libros. Te van a caer sobre el portátil y vas a perder cosas valiosas que seguro que aprecias ;-)
Brutal això avui!!