mi amigo Adrián

gente que me ayuda a make it through this year

Adri es mi go-to person en lo que a animación se refiere. Mi drug dealer de dibujitos cuyo teléfono tengo guardado en marcación rápida. En un mundo en el que incluso la corriente alternativa se rige por la narrativa de film-twitter que se acerca a la monocultura 2.0 (todos a ver Barbie, ahora Vidas Pasadas, ahora Dune es todo de lo que se habla), Adri te suelta un tweet sobre una serie dirigida originalmente a niños de 8-10 años diciéndo que es lo mejor que ha visto en todo el año. Y lo dice totalmente en serio, y le das un vistazo por curiosidad y dices “ostras es verdad” (por supuesto que estoy hablando de Patoaventuras). Personalmente creo que rodearse de gente así, con una gran curiosidad e impulso propio por lo que les gusta y lo que no, es una brisa fresca cuando pasas gran parte de tu vida online.

Fuera del internet su vida también sigue por estas ramas: es guionista y dibujante (recientemente ha coescrito y codirigido (y coprotagonizado un poco por las risas) el cortometraje Co-Haunting que está rondando por festivales y me muero por verla), parte del equipo de redacción del grandioso APM?, y colaborador en Cinemanía (escribiendo por ejemplo este pedazo de top 50 de Hora de Aventuras o esta charla con el director de Los Mitchell contra las máquinas).

Para seguirle la pista y seguir la pista a todo lo que merece la pena seguir cuando necesitas un poco de wholesomeness en tu vida, podéis encontrarlo en su instagram o en su fantástica cuenta de twitter.

Adri, sacándome los colores de vuelta, dice:

“Ainhoa es una de mis personas favoritas, de esa gente a la que siempre es un placer ver, sea porque coincidís de casualidad en un festival o porque lleva dos horas preparándote piña coladas para un visionado grupal de Tatami Galaxy. Supongo que le pasa a mucha gente, pero cuando me propuso participar en Gárgola Digital, me sentí al mismo tiempo halagado e intimidado ante la idea de formar parte de uno de mis rincones favoritos del internet moderno.

El caso es que, aunque estoy con mil cosas ahora mismo (guiones, fanzines, el clásico trabajo asalariado de 9 a 5 sobre el que cantaba la compositora del nuevo disco de Beyoncé - es broma, Dolly, te amo), no podía rechazar la propuesta de formar parte de esta newsletter. Agradecido y emocionado, únicamente puedo deciros que gracias por venir y bautizar de paso mi humilde listita de recomendaciones (algunas recientes, otras en las que no había pensado en cierto tiempo pero que no quería ignorar en esta oportunidad de oro) con un juego de palabras infame:”

Present 10’s

1- Boys Weekend. Lo más reciente que leí y me creó la imperiosa necesidad de recomendarlo a todos mis amigos y conocidos fue este cómic de Mattie Lubchansky, una comedia de terror sobre lo que significa ser trans en un mundo hipermasculinizado y turbocapitalista, sobre misteriosas sectas apocalípticas sacrificando peña ante su deidad lovecraftiana y sobre el especialmente pesadillesco mundo de formar parte de una despedida de soltero.

2. Poco se habla de esto. Esta broma la habrá hecho ya cualquiera que lo haya recomendado, pero me da igual: poco se habla de esta novela de Patricia Lockwood, y creo que todo aquel que lea la newsletter de Ainhoa encontrará algo que apreciar en esta hilarante y conmovedora maravilla en formato cuasi-tuit acerca de la aterradora experiencia de estar terminally online.

3. Peña hablando de música de la forma más intensita y visceral que te puedas imaginar. A veces añoro el Internet de Antaño, ese en el que pululábamos como posesos por mil foros y blogs centrados en hiperfijaciones hiperespecíficas (conocí a varios de mis mejores amigos en uno centrado en Los Simpson cuando tenía diez años, ahí lo dejaré) en vez de presenciar a tiempo real como algo supuestamente interminable terminaba reducido a 3 redes sociales semi-moribundas. A veces, cuando me pasa esto, recurro al extensísimo archivo de dos páginas web de ensayos: una que lleva siete años inactiva y otra que actualiza cada seis meses. Y esta es justo la clase de cosas por las cuales añoro el Internet de Antaño.

Pero nada de eso logra empañar lo mucho que sigo disfrutando de deambular por ellas de vez en cuando y toparme con cosas que no había leído, desde cápsulas del tiempo que podrían haber envejecido mejor hasta fanfics titulados “Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro, pero ahora Kathy tiene un cuchillo” (este es eterno, en mi opinión). Mis bálsamos favoritos allí presentes, sin embargo, son dos ensayos musicales a los que vuelvo una y otra vez. El primero es este ránking de Peyton Thomas de las 293 canciones de Sufjan Stevens, una maravilla tan dulce como devastadora cuyo top 10 me abraza y me reduce a lágrimas al mismo tiempo todas las veces. Sí, me voy a poner intensito yo también, porque al final es a lo que hemos venido en el punto 3.

Y es que al final, todas estas listitas de recomendaciones van a hablar de nosotros de un modo u otro, así que empieza a no darme vergüenza alguna hacerlo de forma directa. Por ello, paso al segundo texto: un ensayo de Emma Stanford sobre the Mountain Goats.

No creo que pueda añadir nada más a la forma en la que describe a mi banda favorita de todos los tiempos, pero intentaré hacerlo de todos modos. the Mountain Goats me han sacado de lugares oscurísimos demasiadas veces como para contarlas con una sola mano, y sin embargo escucharlos no me lleva nunca de vuelta ahí - al contrario, sigue siendo una sensación de catarsis pura, una especie de asociación emocional inversa en la que la música que acompañó los peores momentos de mi vida únicamente me da ganas de seguir adelante y superar este año aunque me mate. Y el próximo, y el próximo. No sé si también os sentiréis así escuchándoles o, como dice Emma, solo pensaréis “este tío tiene una voz insoportable” (no es del todo mentira). Pero, como muchas otras cosas en la vida, quizá la parte más importante es que lo he intentado.

En cualquiera de los casos, aquí tenéis un remix con Space Jam.

4. La cuenta de Letterboxd de Branson Reese. Branson Reese es una de las personas más graciosas del universo, y sus cómics me lo confirman a menudo. Pero si hay algo que me apasiona más todavía, es su maravillosa cuenta de Letterboxd. La única red social que aún no me da ansiedad, Letterboxd es el hogar de varias de las personas más insufribles que encontrarás jamás (todos tenemos red flags y la mía es ser cinéfilo), pero también de varias de las más graciosas. Reese es de mis favoritas, desde sus experimentos en forma de juego interactivo (tales como comprobar cuánta gente reacciona a que llame pedófilo a Woody Allen según lo mediocre que sea la película en la que lo hace) hasta sus cientos de extensos ensayos acerca de cortos de los Looney Tunes; no hay una reseña suya, discrepe con ella o no, que no me haya hecho un poquito más feliz ese día.

5. World of Tomorrow. Don Hertzfeldt es uno de mis animadores predilectos, logrando con muñecos de palo pobremente garabateados la clase de cosas que mucha peña no logra ni con todos los medios del universo; y su saga de cortos aún en activo, World of Tomorrow, es quizá mi obra favorita suya. La tenéis en Filmin y/o en su Vimeo, y con cada entrega logra un equilibrio más perfecto entre la ciencia-ficción existencialista, la emoción pura y el timing cómico más perfecto que un trabajo de montaje y sonido impecable te va a conseguir. ¡Qué día tan feliz!

6. Dances Moving! He tenido que escribir “Brian David Gilbert” en el buscador de Gárgola Digital y abrir como 20 pestañas para comprobar que Ainhoa no ha hablado ya de esta miniserie musical, una de las primeras cosas que firmó nuestro viejo amigo BDG pero también una de las que más me gustan. Si alguna vez me mudo a la otra punta del continente, ojalá purgar todos mis miedos e inseguridades al respecto de un modo la mitad de increíble (¡y pegadizo!) que todo esto.

7. Hora de aventuras. Llegó. Coge a tus amigos y vámonos. Con Jake el perro y Finn el humano lo pasaremos guay, ¡hora de aventuras!

(esta es mi serie favorita y podría divagar durante horas literales acerca de por qué me parece la cosa más importante y con más influencia que ha salido de la televisión occidental en lo que llevamos de siglo, pero ya me pasé semanas escribiendo el top 50 que ha compartido antes Ainhoa en el que vomitaba todo eso, así que me vais a tener que creer)

8. En un rayo de sol. Llevo siguiendo a Tillie Walden desde que era un adolescente en plena Era Tumblr, lugar en el que ella se dedicaba a subir entrañables minitebeos acerca de crushes, de Alice de Crepúsculo y de crushes en Alice de Crepúsculo. Ver como se ha ido convirtiendo en una de mis autoras de cómic favoritas ha sido todo un viaje, pero creo que su obra maestra (al menos hasta la fecha) es En un rayo de sol, una épica aventura de ciencia-ficción queer de 600 páginas de esas que casi dan hasta rabia de lo redondas que son. Y por si no os fiáis de mí, Kristen Stewart me secunda, que siempre es de agradecer.

Además, me encanta cualquier cómic que pueda resumirse entero mediante una única viñeta.

Ya está, eso es el tebeo, no hay más. Pero echadle un vistazo igualmente. Y para mayor disfrute, recomiendo leerlo entero en el sofá de casa de unas amigas a las tres de la mañana porque no puedes dormir, pausándolo momentáneamente a las doscientas y pico páginas para tener una charla intensísima acerca de la amistad, el amor y la pérdida con una de ellas porque se ha levantado a mear. Puede que esté proyectando mi experiencia personal aquí, pero creo que únicamente ensalzará vuestra lectura.

9. Joe Pera Talks With You. HBO Max es el hogar (esperemos que este dato envejezca bien) de una de las cosas que más feliz me han hecho en los últimos tiempos: una serie de tres temporadas, compuesta por episodios de 10 minutos, en la que el cómico Joe Pera (que ha convertido “hablar y moverse como un señor de 80 años” en una personalidad) nos abre las puertas al costumbrista y prácticamente educativo mundo de hablarnos de las cosas que le gustan. Un poco como hacemos aquí, solo que expresando sus hiperfijaciones a través de llamar a 15 radios distintas tras escuchar Baba O’Riley por primera vez.

10. Gárgola Digital ¿Desperdiciar la oportunidad de recomendaros más cosas en favor de algo que ya estáis leyendo, o desperdiciar la oportunidad de incluir una de mis cosas favoritas de internet en la lista de mis cosas favoritas de internet? Yo creo que la respuesta está clara.