luchando cada día para ser el pingüino del mes
y luchando cada día por un internet más humano, más interesante y mejor en general
Querida amiga,
He dejado aparcado el Twitter indefinidamente. Me tiene harta.
Ahora mismo hay dos teorías supervivientes de la compra de Twitter por parte de Elon Musk, 1) que lo haya hecho después de que su hija saliese del armario como trans y que quisiese eliminar todo atisbo de pensamiento progre de la mayor plaza pública en la red (twitter), en cuyo caso lo ha conseguido conmigo, o 2) que simplemente el hacer que debiese mucho dinero a inversores que querían recuperarlo ya hizo que los síntomas de estar en una web capitalista se hiciesen más obvias que nunca (yo me decanto más por esta), en cuyo caso me caigo entera de Internet. Sea como fuere, abandono, no me gusta el algoritmo, no me gusta sentirme que estoy dando de comer a un algoritmo y a una empresa que no me paga. Creo que me quitasen los círculos verdes y que por un RT que di a un twit sobre Oppenheimer con música de Linkin Park no me parase de salir contenido sobre Christopher Nolan fue demasiado para una misma semana.
Tengo la sensación de que ya quedan pocos huequitos en internet que no estén contagiados de esta enfermedad degenerativa, qué pena. Estaba pensando que quizás por eso me gusta tanto seguir newsletters. Soy lectora de newsletters primero y escritora de uno segunda. Sigo tropecientos - mi novio me cuenta que a veces le choca mirar a mi pantalla del ordenador en casa y ver que no estoy en Twitter, ni en Instagram, sino en mi bandeja de entrada de Gmail.
Empecé a escribir esta a los dos años de que las newsletters se convirtieran en mi forma de consumo de contenido favorita. Me encantan porque a menos que se encuentre la forma de hacerlo, no están dictados por un algoritmo al que moldearte y hacerle ofrendas, ni por un capitalismo de la atención. Hay gente que escribe textos largos, gente que escribe recetas, listados de links, preguntas y respuestas, o una mezcla de todo. No hay ningún formato que la naturaleza de la newsletter favorezca, todos llegan en orden a la bandeja de entrada de la persona que se ha suscrito a ellas.
Espero que a ti te de el mismo gusto sosegado cuando te sale un emoji de la ranita y un té haciendo bop en tu bandeja de entrada los domingo por la mañana.
10 cosas que he disfrutado fuera de Twitter
1- La familia del ex-presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, fundó una incubadora de empresas con el pastizal que había hecho el abuelo, y su página web es top tier de lo que te puedes encontrar en la web.
2- El manga Princess Jellyfish. Mi amigue Sarya me recomendó el anime hace tiempo y lo apunté en mi letterboxd pero nunca llegue a tomar la iniciativa de ponerme a verla. Ahora por fin he tenido la oportunidad de poner mis manos sobre el cómic y pffffffff estoy LIVING. FANTÁSTICA. Va de un grupo de fujoshis (véase el término en wikipedia porque es bastante loco pero tldr: chicas “fallidas” un poco en la línea de lo que hoy conoceríamos como femcels, que muchas veces están obsesionadas con historias de chicos gays), que junto con un chico travestido tienen que defender la casa en la que viven de una promotora que quiere construir un hotel de lujo encima. Es graciosa, con unos personajes adorables, y con unos amores totalmente no convencionales. Tiene unos factores tan generacionales de desencanto con la sociedad desde una perspectiva femenina, junto con otros recursos convencionales que la hacen súper gostosa que me hace disfrutar como una chiquilla.
3- El otro día comiendo en Madrid encontré nos topamos con La Despensa, un restaurante de menú del día casero en medio de tantos espacios dirigidos a foodstagrammers donde posiblemente me sirvieron las mejores torrijas que he probado en años. Tuvimos sitio con suerte, hay que hacer reserva de antemano. Mi parte favorita de la comida fue cuando entraron cuatro señoras mayores (que tendrían unos 80 años) con reserva, tres se sentaron y una fue al mostrador a decirle “mañana seremos 5”. No se me ocurre vida más goals y mejor síntoma de que llevas un restaurante maravilloso que un grupo de abueletas vayan a comer día sí y día también.
4- Elan Ullendorf en este post hablando de un usuario de youtube conocido como A Million Little Things que comentó cada día durante un año el mismo video de un remix de Bad Guy de Billie Eilish. Ullendorf compara estos pequeños actos de internet (me acuerdo de la persona que loggeó Crepúsculo cada día durante un año en Letterboxd) con las tradiciones y es una cosa preciosa de leer.
5- Este ensayo interactivo (cuánto me gustan estas mamarrachadas) sobre los géneros de música en Spotify a lo largo de los años - sobre el estudio constante que se hace sobre ellos, sobre sus implicaciones políticas, sus implicaciones a nivel de patrones de consumo o a nivel comunicativo. Súper interesante.
6- Las f*cked-up little zapatillas de Nike (cuanto más f*cked-up son más me gustan) que no pueden dejar de absorber mi feed de Pinterest, con las que no puedo dejar de obsesionarme, y, obviamente, las que no puedo comprar porque valen un pastizal (y son blancas y me durarían dos telediarios).
7- Comprar jerseys 100% de lana en Vinted. Ya he hecho mis compras anuales y la web sigue petada de jerseys irlandeses a precios súper buenos que te mantienen calentita en invierno como ningún poliester jamás podría. Para mi la clave es siempre hacer búsquedas especificando “100% wool”.
8- Nueva obsesión: la página de facebook sobre los pingüinos del National Aquarium de Nueva Zelanda. En 2015 estuve obsesionada con la página de facebook de un santuario de perros viejos y me conocía a todos los perros que vivían en el, pero tuve que dejarlo cuando murió Leo, mi favorito. La página de los pingüinos me da el mismo chute familiar pero con más drama y sin la parte triste. Hay un montón de gente que lo sigue y lo comenta como si esto fuese La isla de las tentaciones, y es fantástico - hay updates semanales de qué pingüinos se han portado bien y cuales mal, de cómo van los rollos amorosos en cautiverio. Aquí un artículo por si te quieres poner al día antes de entrar a fondo.
9- The Curse. Hemos empezado a ver la nueva serie de Nathan Fielder y nos encanta.
10- El museo digital de internet, Internet Artifacts, hecho por Neal Agarwal. Un perfecto recopilatorio de la historia de internet, no podría haber pedido nada mejor para curiosear y para sentir nostalgia. Lo mejor de todo es que Neal es programador que lleva haciendo cosas con Flash desde bien chiquito y que este museo se siente mucho más inmersivo de lo que parece a primera vista.
Nada más, hasta la semana que viene, que traeré a una amiga invitada! Si te gusta, comparte, recomienda y suscribe a tus amigos sin su consentimiento. Y si no te gusta suscribe a tus enemigos sin su consentimiento :-)
Un beso enorme,
Ainhoa
No me puedo imaginar un domingo sin leerte, te has convertido en mi rutina de los domingos y me encanta
uuuh! Ayer todo el día buscando hueco para leerla, y al final ha sido hoy y me alegro demasiado porque así he podido disfrutar con el ensayo de los géneros. <3 Maravilla.